Eucaristía. El pan vivo bajado del Cielo

1. ¿Qué es la Eucaristía?

Un sacramento, algo que santifica. Un punto de encuentro con Dios. Es Jesús mismo, no solo la gracia de Dios. La misa es una historia de amor. Jesucristo da la vida por ti. Estás en la Última Cena, el Calvario y con el Resucitado. Como en un túnel del tiempo.

2. ¿Cómo está Jesús en la eucaristía?

Está Cristo entero. Con su cuerpo, sangre, alma y divinidad. Su presencia es real (por excelencia, la más real), verdadera (no es un símbolo o figura) y substancial (es Cristo, no solo su gracia). Sacramental, misteriosa, pero real.

El Jesús de la Eucaristía es el mismo que nace en Belén, huye a Egipto, trabaja en Nazaret, predica, hace milagros, muere en la Cruz y resucita. En el crucifijo parece que está, pero no está. En el sagrario parece que no está, pero está.

3. ¿Cómo se explica esta presencia?

Es un milagro, un misterio de fe. Lo sabes porque lo dice Jesús y la Iglesia. Es razonable creer a Jesús porque nunca mintió. Y sus milagros demuestran que es Dios. Cura enfermos, resucita muertos, calma una tempestad. Un misterio es una verdad inagotable, como el agua de un pozo, no es algo absurdo o como un muro impenetrable.

4. ¿Por qué está Jesús en la eucaristía?

Por amor. Cumplida su misión de salvarte del pecado debe regresar al cielo. Pero le necesitas. Inventa la manera de irse y de quedarse. Está en el cielo con su santísima Humanidad, y está en la eucaristía.

5. ¿Qué relación hay entre la misa, la Última Cena y el Calvario?

Ir a misa es como estar en la Última Cena, el Calvario y la Resurrección. Son una única y misma realidad. Tres fotos de alguien, de frente, de lado, desde atrás, son tres fotos de la misma persona.

Jesús instituye la eucaristía en la Última Cena. Adelanta, sacramentalmente, lo que ocurre en el Calvario y se renueva en la misa. La misa no es una obra de teatro que se repite. Hace presente, actualiza, el instante en que Jesús se ofrece por ti.

Él es la Víctima y el Sacerdote. En la misa está con su cuerpo glorioso, resucitado.

6. ¿Qué significa “Haced esto en memoria mía?

En la liturgia judía (zíkkaron) y los Padres de la Iglesia (ipommema) la expresión memorial o memoria tiene un sentido realista. No es un simple recuerdo de algo. La Misa hace de nuevo presente el Sacrificio de la Cruz, lo perpetúa. Cristo te redime en la Cruz. En misa recibes los frutos de su salvación.

7. ¿Qué es la transubstanciación?

La conversión del pan y del vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Aunque permanecen las apariencias, lo que era pan y vino ahora es Cristo.

La substancia constituye la naturaleza de una cosa, aunque cambien los accidentes (color, sabor, tamaño). Un árbol, transformado en mesa, es madera. La ceniza ya no es madera.

8. ¿Cuánto vale una misa?

Tiene un valor infinito. El Hijo de Dios, y nosotros con Él, se ofrece al Padre. Es la oración más valiosa. Vale más que todos los sacrificios, limosnas y oraciones particulares. Si hacemos un regalo entre varios y cada uno pone 1 € y otro 100.000 €, el regalo es único, de todos.

Tu vida humana, unida a la de Jesús, se diviniza. Como el agua mezclada con el vino del cáliz, se convierte en vino, y después en la sangre de Cristo.

9. ¿Cómo vivir mejor la misa?

Vive la misa, participa. No eres un espectador. Hablas con Dios. Tus palabras son oración, reflejan la fe y el amor de tu corazón. La aprovechas según tus disposiciones. La piedad es hacer con amor las cosas de Dios. Sacar un vaso o un cubo de agua, de amor, depende de ti.

Lee un libro sobre la Misa. Si visitas un museo con una guía disfrutas más, lo entiendes.

10. ¿Qué se necesita para poder comulgar?

Estar bautizado. Saber qué es la eucaristía: catequesis de Primera Comunión. Ayuno eucarístico: no comer ni beber nada, excepto agua o medicinas, una hora antes de comulgar. Estar en gracia de Dios: no tener ningún pecado mortal.

No comulgues nunca sin estar en gracia de Dios, es un sacrilegio. Si te preguntan, di que debes confesarte o que has comido algo. Nadie abraza a su madre sucio, primero se ducha. Aunque no comulgues, ofrece la Misa. Si has comulgado mal, confiésate cuanto antes.

En la Eucaristía, “Cristo nos recibe a cada uno de nosotros” 

Juan Pablo II, Encíclica  Ecclesia de Eucharistia

11. ¿Qué tiene que ver la misa conmigo?

Jesús muere en la Cruz por ti, por tus pecados. Ocupa tu lugar. Descubre cuánto te ama. Y la gravedad del pecado. Si no practicas, eres como un deportista no practicante.

Si no sabes amar, ni valoras lo que otros hacen por ti, no entiendes la misa. ¿Es justo no visitar a alguien herido porque te ha salvado la vida?

12. ¿Dios Padre es cruel y exige la muerte del Hijo?

No. Eso es falso. La justicia divina no es cruel. Dios es Amor, es Misericordioso. El pecado no exige un castigo, pero sí curación. Dios te libera del pecado, por amor.

La salvación es obra de la Trinidad. El Padre y el Espíritu participan del sufrimiento del Hijo. Su Redención concilia misericordia y justicia. Y te permite arrepentirte, desagraviar.

13. ¿Es obligatorio ir a Misa los domingos y días de precepto?

Sí. Y cumplir un contrato laboral, pagar los impuestos o respetar las normas de tráfico. Pero, ¿es obligatorio visitar a tu abuelo enfermo, dar un beso a tu madre, ayudar a un amigo? Debes hacerlo, pero por amor.

Dar gloria a Dios es de justicia. Todo es un regalo suyo. Vida, salud, cualidades, su Amor. Si rezas no haces un favor a Dios. Recuerdas tu dignidad de hijo de Dios. Y que los demás son tus hermanos.

La Iglesia te ayuda así a santificar las fiestas. Como una madre obliga a su hijo a comer para que no muera. Debes ir el domingo o el sábado por la tarde, aunque no estés en gracia. Si estás enfermo o no puedes, no pecas. Como deseas recibir a Jesús, sé previsor.

14. ¿Debo ir a misa si estoy con gente que no practica?

Vive tu fe con naturalidad. “Voy a misa, nos vemos después”. Como si necesitas una siesta diaria. No te ausentas por falta de cariño o interés. Si alguien hace bromas agresivas, en otro momento, se lo explicas. En una sociedad plural, diversa, ser tolerante es respetar a todos. Herir sus sentimientos es ser maleducado, intolerante.

15. ¿Es bueno ir a misa cada día?

Sí. Por Dios: agradécele cuánto te ama. Por los demás: reza por todos los necesitados. Por ti: para ser santo y vencer las tentaciones. El alimento es al cuerpo lo que la gracia al alma. Te fortalece. Comulga con frecuencia.

17. ¿Qué relación hay entre la misa y tu santidad?

Ser santo es cumplir la voluntad de Dios, parecerse a Jesús. Es actuar, sentir y pensar como Él. La misa te identifica con Jesús, vives su vida, te alimenta. Jesús te lava los pies, te invita a servir, a vivir la unidad, el Mandamiento del amor, la paz, el perdón. La misa transforma tu corazón. Que todos noten que eres misericordioso, solidario, alegre.

Para saber más :

“Queridos padres, esforzaos siempre en enseñar a rezar a vuestros hijos, y rezad con ellos; acercarlos a los Sacramentos, especialmente a la Eucaristía; introducirlos en la vida de la Iglesia; no tengáis miedo de leer la Sagrada Escritura en la intimidad doméstica, iluminando la vida familiar con la luz de la fe y alabando a Dios como Padre.” 

Benedicto XVI (Homilía, 5 de junio 2011).