Pulsar en la imagen y flechas horizontales para ver las 19 fotos
En las últimas noticias hablábamos del final de las obras del nuevo acceso al Oratorio. Ahora ya podemos entrar a Bonaigua por la plaza Pío XII, somos más visibles externamente, y hemos cumplido el sueño de integrarnos en el barrio y en la zona universitaria.
La ceremonia de bendición de la nueva entrada tuvo lugar el domingo 16 de abril a las 12 del mediodía. Presidió la celebración mons. Javier Vilanova, obispo auxiliar de Barcelona, acompañado por el vicario del Opus Dei en Cataluña, el rector del oratorio y un grupo de sacerdotes. La ceremonia de bendición tuvo lugar en la misma puerta. A continuación, hubo una solemne procesión de entrada, y nos dispusimos a celebrar la Santa Misa correspondiente al Domingo de la Misericordia.
En la homilía, el señor obispo dijo que “la divina misericordia supone que Dios nos quiere felices, y la felicidad tiene tres hermanas: la pobreza, la fidelidad y el amor”. Aludiendo a la nueva puerta de entrada la templo que acababa de bendecir, afirmó: “hemos de entrar por la puerta que es Cristo, pero también hemos de salir por ella para llevar a Cristo a los demás”.
Comentó que Bonaigua está de camino a la universidad, lo que facilita que muchos jóvenes participen de las actividades del Oratorio, especialmente del sacramento de la Reconciliación. Refiriéndose a la petición que se hizo para que Dios nos bendiga con el agua en este tiempo de fuerte sequía, subrayó que la Iglesia “está muy necesitada del agua de las vocaciones sacerdotales”, y animó a los presentes a rezar por las vocaciones.
Aludiendo a que había visto muchos jóvenes vendiendo distintos objetos para costearse la Jornada Mundial de la Juventud que tendrá lugar este verano en Lisboa, pidió oraciones para que participen muchos jóvenes.
En otro momento se refirió a que el Oratorio de Bonaigua es, y tiene que seguir siendo, un oasis de “espiritualidad y de misericordia”.
La coral del Oratorio dio su toque característico a la celebración.